04 noviembre 2008

Transiberiano

Preparar la mochila, solo hay plaza para lo imprescindible, como compañero fiel cuaderno y boli y emprender un viaje de aún no sé cuantos días para ir de Moscú a Beijing, pasando por Mongolia.
Basar los días en descubrir paisajes, conversar (a veces mediante señas) con algún desconocido, leer, probar comidas nuevas, hacerme preguntas, intentar resolverlas mientras miro la ventana de mi vagón sin ver nada de lo que hay al exterior, tomar un té con un desconocido sintiéndote su amigo.
Eso es lo que me gustaría hacer.
Prometo no tener sobredosis de "Pekín espress" y no veré la película de "Trans-Siberian" de Brad Anderson.


Fotos de Frédéric Hermann

1 comentario:

luisete dijo...

Si yo te contará la cantidad de cosas que me gustaría hacer a mí...Y al final acabo levantándome siempre a la misma hora para recorrer el mismo camino que me lleve a la misma universidad para asistir a las mismas clases, agobiarme de la misma forma y volverme por el mismo camino para acostarme en la misma cama...

A veces me pregunto por qué no soy capaz de seguir mis impulsos más a menudo...¡que no te pase a ti lo mismo!